Una casa como esta.

Después de tantas grietas,

entendí que necesitaba

una casa como esta.

Y estamos los dos en el jardín:

yo te miro desde mi árbol,

como quien acompaña y es testigo

de una alegría que resistió

a un corazón decepcionado.

Volvimos a creer, aun con lo dolido.

El mundo nos hizo coincidir,

y nosotros elegimos cuidarnos,

como se protege un milagro,

como se cuida al niño interno.

Fuimos capaces de sanar,

de caminar bonito desde adentro.

Ahora tenemos en nuestras manos:

un futuro sereno,

un presente infinito,

apenas un recuerdo del pasado.

Gracias por llegar, y porque vine a la cita.

Quizá vivamos para siempre en esta casa,

o compartamos sólo un pedazo de vida...

Ojalá podamos volver aquí,

como dos amigos, como amantes,

o simplemente un par de personas

que supieron acompañarse.